domingo, 5 de junio de 2011

El tiempo me enseñó que el alimento del amor, es la confianza, el respeto y un colchón

Quiero ser tu piel en el invierno
para que el frío en ti no pueda entrar.
Quiero ser la luz en tu camino,
sol en la noche, agua dulce en el mar,
ser la puerta que nunca deje pasar
al largo silencio y a la soledad.





Ser distintos cuerpos con un mismo fin,
ser, cariño mío, ser yo en ti.









Y si he de romper cadenas que me aten
a la costumbre, yo las partiré,
y si he de mover montañas que en mi mente
no me dejen verte, mi amor, las moveré.

Pongo por testigo a dios que no te fallaré,
yo seré consejo, pero no tu juez.





El tiempo me enseñó que el alimento del amor
es la confianza, el respeto y un colchón.

2 comentarios:

  1. [...] Como a gavillas de trigo, él os une a vosotros mismos. Os desgarra para desnudaros. Os cierne, para libraros de los pliegues que cubren vuestra figura.
    Os pulveriza hasta volveros blancos.
    Os amasa, para que lo dócil y flexible renazca de vuestra dureza. [...]
    [...] Haced del amor un mar movil entre las orillas de vuestras almas.
    Llenaos uno al otro vuestras copas, pero no bebais de la misma.
    Compartid vuestro pan, pero no comais del mismo trozo.
    Las cuerdas de una guitarra estan separadas, aunque vibren con la misma musica.
    [...] Por que los pilares sostienen el templo, pero estan separados[...]

    *Khalil Gibran. El Profeta.

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